Los lácteos y lo que debemos saber

Los lácteos son, básicamente como comer carne. Tienen los mismos nutrientes, grasas, colesterol, proteínas y poca fibra. La diferencia principal es que los lácteos causan enfermedades autoinmunes y alergias, por ejemplo. La gente come muchas veces sin medida porque cree que son buenos para su salud. Tanto la obesidad como los problemas cardíacos, la diabetes tipo 1 y 2 y las infecciones pueden ser producto del consumo de lácteos.

El consumo de lácteos genera, según algunas investigaciones, enfermedades mamarias, genitourinarias, neurológicas, digestivas, autoinmunes, alérgicas, de la piel, celular, oftalmológicas, reumáticas, en las uñas, infecciosas, endócrinas y hematológicas. Los lácteos tienen proteínas y calcio, pero también se ha comprobado que son la causa de la osteoporosis, porque lo que proporcionan al cuerpo provoca balances negativos en el organismo. La leche tiene varios componentes que necesitamos, pero no precisamos la leche para obtenerlos. La acelga, por ejemplo, tiene más cantidad de calcio que la leche y la carne juntas. 

También se sabe que la caseína, principal contenido de la leche vacuna, promueve el desarrollo de las tres etapas del cáncer: iniciación, promoción y progresión.

Hay muchas opciones para dejar de consumir lácteos, sin pasar a ser vegano. La leche de almendras, de mijo o de amaranto son mucho mejores para la salud que la leche de vaca, no tienen ningún aditivo, se pueden consumir con cacao, café o té y son realmente deliciosas.

La leche es deliciosa y se pueden hacer muchas recetas con base en ella, pero puede haber un consumo más responsable o intercambiar con otros alimentos para una dieta más equilibrada. 

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